Ha Noi nos recibió una mañana gris. Pronto aprendimos que aquí las reinas de la ciudad son las motos. Cientos y cientos de ellas circulando sin ningún orden en todos los sentidos. Por la calzada, los parques, el mercado… Cientos y cientos de motos aparcadas al milímetro en las aceras, sin dejar espacio libre para los peatones y obligándote a sortearlas por la calzada.
Aquí aprendimos que en una scooter puede viajar una familia de seis personas, tres personas y un perro, una persona y 40 gallinas, dos personas y 10 bombonas de butano y todas las combinaciones posibles que no podíamos imaginar.
La comida inunda las calles. Un lata con carbón ardiendo, un carrito con miles de ingredientes y unos mini taburetes, es lo necesario para montar un restaurante.
Ha Long Bay, una de las 7 maravillas naturales del mundo, nos dio la oportunidad de disfrutar de lo que más nos gusta; escalar, en un marco incomparable. Dedicamos varios días a explorar en moto la isla selvática de Cat Ba, escalando las vías más motivadoras que encontramos. Varios días surcando las aguas entre poblados flotantes y monolitos kársticos que emergen del mar, escalando en playas solitarias de islas desiertas. Esperando con nerviosismo que el viejo pescador vuelva a recogerte a la hora pactada entre señas y garabatos en un papel.
Recorriendo Vietnam de Norte a Sur, cambiaban los climas, las gentes, las comidas, los paisajes; como las tierras de Ninh Binh, donde las mismas formaciones kársticas de Ha Long, se alzan junto a la págoda más grande del mundo sobre tierras inundadas de arrozales.
La vieja ciudad imperial de Hué, con su ciudad prohibida casi derruida después de la guerra y el increíble mercado donde mezclarse con los locales.
Y llegamos a Hoi An, la ciudad que nos enamoró con sus casas amarillas, más doradas aún si cabe a la luz de media tarde. Al anochecer, sus miles de farolillos de colores en las calles y flotando río abajo, cambian la atmósfera haciéndola más acogedora y romántica.
Más al sur, tras Da Lat, nos detenemos en Ciudad de Ho Chi Minh, la antigua Saigón. La ciudad con más motos del mundo. El calor, la humedad y el caos de las calles nos dicen que es el momento de cambiar de aires. Es momento de adentrarnos en el Reino de Camboya.
Comments (3)
¡Qué maravilla de viaje, chicos! Y que placer leerte, Jesús… me he transportado a esos paisajes y he recorrido las calles y los mercados. ¡Seguid DISFRUTANDO y compartiendo! Bstos a montones!
WOW!!!! Gracias por este recorrido imaginario con vuestras fotografías! Si se pudiesen vivir dos vidas, vuestro viaje sería un sueño a realizar! tal vez con 60 años jeje Abrazos y bendiciones para los dos!!!!
Que fotos!! Hoi An también era mi ciudad favorita en Vietnam. Que disfrutáis mucho! Besos